EL CASTILLO DE HOLSTEBRO

El Castillo de Holstebro es un castillo fantasma, habitado por productos de la imaginación. Un Castillo invisible que el espectáculo trae a la vida a través de un proceso teatral que sigue el camino de los “flujos de conciencia” usados en la literatura. El Castillo de Holstebro es un mundo que se convierte en un sueño y un sueño que se convierte en un mundo. Entre sus muros se crea un diálogo entre una joven y su eterno compañero de la misma manera que los pensamientos se aventuran hacia la lógica opuesta de la experiencia. Como una mariposa en estado larvario, una mujer, vestida de blanco nace de su irónico admirador. Habla con él y luego se vuelve él. El se siente seguro de sí mismo, cínico y lleno de vida. Ella vive en el agua entre flores e ilusiones. El se relaciona a los espectadores con curiosidad. Ella es capaz de vivir en un mundo de quimera donde el amor sonríe desde la más pura y brillante imaginación. El espectáculo se mueve en el cambiante y repetible paisaje del tiempo y se pierde dentro de un laberinto de personajes y situaciones, en busca de memorias perdidas.